Archivo de la etiqueta: exposición de fotografía

Ana Peláez

Díaz-Maroto, el retratista sincero, el paisajista intemporal, el que mira a la cara, el que se introduce sin prisa, pero sin pausa en los ambientes antes de disparar. Fotógrafo viajero.
Viajes que no buscan lo excepcional y nos llevan hacia la cotidianidad: su tío afilando la guadaña, un guiño, niños jugando en el agua, unos ojos tras el cristal… momentos llenos de miradas que nos dicen más del lugar fotografiado que miles de postales. Esos blancos y negros se hacen presentes en un documentalismo intimista y sencillo que nos transporta a la emoción. Fotógrafo de lo cotidiano.
Sus imágenes cumplen a la (im)perfección la cualidad ancestral e inconsciente de la fotografía, llevándonos a contemplar no tanto el lugar donde están ocurriendo las cosas sino una reelaboración del momento, presente en nuestra imaginación y en nuestros recuerdos. Intimidad compartida que sale a la luz. Fotógrafo de la vida.
Siempre con la cámara en la mano, dispuesto a ayudar, dar ideas, acompañar en los proyectos, a crear ilusiones, a contagiar dinamismo y energía. Buen comisario, mejor amigo, estupendo maestro. Gran fotógrafo.

Una [otra] manera de mirar

Bajo el título UNA [OTRA] MANERA DE MIRAR, se expuso en el Bulevar Salvador Allende de Alcobendas, una selección de 31 imágenes realizadas a lo largo de 25 años en las que destaca la presencia continua del ser humano o el rastro de su intervención en el entorno.
Esta exposición forma parte del programa oficial del Festival PHotoESPAÑA 2020.Inauguración 16 de julio 2020.

UNA [OTRA] MANERA DE MIRAR.
Mirar genera movimiento. Mirar significa pensar, juzgar, moverse, estar vivo, ir hacia otro lugar, ir en busca de nuevos paisajes, nuevas gentes, otros ambientes, otras situaciones, otros olores… y en su sentido más básico, mirar también simboliza «ir». Por tanto, detrás del acto de mirar/fotografiar se encuentra una intención de “buscar”. Viajando/mirando buscamos algo, generalmente de lo que carecemos en nuestro espacio habitual, en nuestro andar diario, o en nuestra relación con la gente que tratamos con asiduidad. La frecuencia con la que viajamos y miramos influye en nuestra formación, en nuestra forma de ser, de ver la vida y en nuestras actitudes para la toma de decisiones, donde las prisas nunca son buena consejera.
La cámara es una compañera inseparable del viajero y la imagen fotográfica su mejor aliado, una buena utilización de nuestro oficio nos permite dejar constancia de donde estamos, de aquellos paisajes que puede que nunca volvamos a ver, o por lo menos nunca veamos igual, y -sobre todo- de las personas que se cruzaron en nuestro camino.
Estas fotografías realizadas a lo largo de 25 años representan mi forma de mirar, el lado más sincero, donde coinciden de lleno mis intereses internos: naturalidad, curiosidad y la ausencia de denuncia social.
Siempre mirando de frente buscando en el horizonte la estela de alguna estrella o un nuevo sol tropical. Amaneciendo cada día en habitaciones vacías y de madrugada, entre sábanas veladas. A modo de cronista, sin pretensiones, con pasión, pero sin pose ni artificio. No hay manipulación. Retrato la vida, tal cual, sin forzar la situación, sin provocar el encuentro ni esperar el momento concreto.
Mis fotografías son el resultado de una intensa actividad, que parece que surgen así, como “sin querer”, y ahí reside el verdadero interés: sublimar el hecho más cotidiano, la vida simple y trivial, en cualquier instante y en cualquier lugar.

Madrid siempre. José María Díaz-Maroto

Madrid siempre. José María Díaz-Maroto
Galería POKO ESPACIO
Puerta del Sol, 12 – Madrid

En plena Puerta del Sol, en el portal de un edificio decimonónico, se encuentra este insólito y pequeño espacio expositivo en el que se puede disfrutar de exposiciones fotográficas sobre la ciudad de Madrid.


Puerta del Sol, Madrid 2000

Esta iniciativa, sin ánimo de lucro, es un proyecto de Idea Hotel, una agencia de publicidad creativa que promueve iniciativas que impulsen el tejido social y cultural, cuenta con el patrocinio del estudio de decoración Trama y la colaboración de Bridge Comunicación y Casa de Diego. Parte de los ingresos generados de la venta de las obras expuestas se destinará a la Fundación Juegaterapia.


Puerta del Sol, Madrid 2000

Activa, vital, la ciudad que nunca duerme, así es Madrid. No existe temporada baja, y los turistas ni se notan, camuflados entre sus habitantes, deambulando por las calles, disfrutan de lo caótico, pero también de sus tesoros: el Prado, el Palacio Real, el Café Gijón, la Puerta del Sol o el Joy Eslava. 


Estación de Atocha, Madrid 2000

Madrid, donde el sol luce sin complejos para que los madrileños anden siempre muy recogiditos en la calle. Madrid, lugar de encuentro, cruce de caminos, Atocha, Barajas, Estación Sur.


Estación Sur, Madrid 2000

Y por la noche… ¡porque no! A Casa Patas… en sus paredes Cortés, Canales o Camarón. En la barra, el jefe departe con los clientes, ya amigos, Pepe Carmona, el Negri, Ramón el Portugués, Chavoli o cualquiera que se preste. Esto es Casa Patas, parada y refugio donde artistas, cantaores, aficionados y algún turista despistado, se dan cita con el flamenco que, en la hora bruja, impone su poderío a ritmo de cajón, guitarras y palmas. 

           Así es mi Madrid. Madrid siempre.

Exposición en espaciofoto «Azules, acres, y el paso del tiempo»

En la galería Espaciofoto, desde el 11 de diciembre.
«Azules, ocres, y el paso del tiempo»
Invitación-Díaz-Maroto.-Espacio-Foto-2014
Del 11 de diciembre de 2014 al 31 de enero de 2015, la galería Espaciofoto de Madrid (Calle Viriato, 53), acoge la exposición «Azules, ocres, y el paso del tiempo» de José María Díaz-Maroto (Madrid, 1957). La muestra presenta diecinueve fotografías a color realizadas por el autor en los últimos cinco años a lo largo del mundo, en las cuales dominan los azules y ocres.
Metáforas de la mirada inquieta del fotógrafo, viajero infatigable que fija su objetivo en algunos rincones olvidados de La Habana vieja, o se deja invadir por los paisajes terrosos del Cabo de Gata. Son imágenes inundadas del azul infinito del mar de Panamá o del efecto corrosivo del tiempo en las modestas cabañas del río Cuieiras, en el Amazonas.
Coincidiendo con la muestra se edita una edición de 100 ejemplares del libro «Azules, ocres, y el paso del tiempo».
Calle Cuba 2012 sin nombre
Esquina en Habana Vieja. La Habana, 2014.

Embarcadero de Regla. La Habana, 2013
Embarcadero azul. Regla, La Habana 2013.

Entrada a la lanchita de Regla 2012
Atuey. La Habana, 2013.

Escuela Rafael Trejo.2013
Escuela de Boxeo Rafael Trejo. La Habana 2013.