La exposición de Ángel Marcos inaugura la temporada 2014-2015 en la Sala Canal de Isabel II de Madrid con la exposición Alrededor del sueño 4. [Madrid], una selección de imágenes de estos tres primeros trabajos y obras de nueva producción realizadas específicamente en Madrid que ofrecen una visión general del proyecto y de la idea principal sobre la que se asienta, que no es otra que la desaparición de la ciudad como elemento determinante de la idea de progreso global. En las imágenes neoyorquinas que iniciaron este proyecto en 2001 destacan los eslóganes y las vallas publicitarias que se utilizan como símbolos de la idea de deseo en una sociedad en la que parece que todo es posible. Imágenes que muestran una realidad muy distinta. Los alrededores de una urbe donde permanecen inertes los restos de un proceso de modernización que ha dejado a su paso cúmulos de basura, abandono y muchos deseos incumplidos.
Extracto del texto incluido en el catálogo de la exposición,
Texto: José María Díaz-Maroto
En los primeros días del año 2001 Jimmy Wales y Larry Sanger crean la Wikipedia , “la mayor enciclopedia libre que todos pueden utilizar”. Unos meses más tarde, la insurgencia talibana lleva a cabo la destrucción de los dos Budas de roca de Bamiyán (Afganistán), que habían permanecido intactos desde hacía más de 1.500 años. El 6 de junio del mismo año un jurado de Los Ángeles (California) condena a la empresa Philip Morris a pagar tres mil millones de dólares a un fumador de 56 años de edad con cáncer de pulmón irreversible. El 11 de septiembre se producen los atentados del World Trade Center (Nueva York) y el Pentágono (Virginia) , que provocarán la invasión de Afganistán, por parte de Estados Unidos y sus aliados, el 7 de octubre con la operación “Libertad duradera” .
Todo ello compone un mapa virtual desordenado, desconcertante y turbador, plano en el que Ángel Marcos acomete, sin saberlo, el más importante de sus proyectos vitales Alrededor del sueño. El escenario no puede cambiarse, se juega con las cartas que hay, los acontecimientos aparecen y se sobreponen sin control, pero nuestra actitud y actuación ante la realidad nos pertenece. La educación recibida, las vivencias pasadas, la fascinación por la magia de la fotografía en su fidedigna expresión y la intención de mostrar al unísono el dolor y el afecto han sido, y siguen siendo, fuentes de inspiración perenne en el trabajo de Ángel Marcos.
Al igual que en series previas, como Los Bienaventurados, Obras póstumas o La chute, en Alrededor del sueño también surge un espacio donde se acomete el estado del ser humano, la marginación, el deseo, la frustración o el anhelo , con la diferencia de que en esta ocasión Ángel Marcos abandona los paisajes de Castilla por la ciudad, por el espacio urbano vivido por sus ciudadanos, y como punto de partida toma Nueva York.
Pero si de hablar de ciudad se trata, llegados a este punto es imposible concretar porque al decir ciudad se generan en nuestra mente un sinnúmero de imágenes e ideas distintas que hacen imposible verla como un simple territorio que alberga ciudadanos y, por tanto, es necesario tener en cuenta razonamientos socio-culturales, económicos, políticos o culturales.
Existen múltiples y acertadas afirmaciones sobre las cualidades de la ciudad: Le Corbusier dice que “la gran ciudad se convierte en un centro de atracción que recoge y devuelve los efectos espirituales nacidos de tan intensa concentración. Las grandes ciudades son en realidad, puestos de mando” . Max Derruau apunta que “la ciudad es una aglomeración importante, organizada para la vida colectiva… y en la que una parte notable de la población vive de actividades no agrícolas” , y R. Abler, J. S. Adams y P. Gould afirman que “una ciudad es una organización espacial de personas y actividades especializadas, diseñadas para maximizar los intercambios; a nivel local, la ciudad es el mejor medio de interrelacionar actividades sociales y económicas para máximo beneficio de todas ellas…”.
Pero todas estas definiciones enfocan la ciudad desde un punto de vista económico, político o social, y dejan de lado aspectos más específicos, como el cultural, estético o artístico, algo que el sociólogo Lewis Mumford sí pone de manifiesto cuando dice: “El espacio, lo mismo que el tiempo, se reorganiza artísticamente en las ciudades, en las líneas periféricas y en las siluetas de los edificios. […] Junto con el idioma, es la obra de arte más grande del hombre” .
Ángel Marcos percibe estos aspectos artísticos y los busca para llevar a cabo este proyecto. Aunque sigue siendo ciudad, se aparta de la ciudad: el extrarradio se convierte en su lienzo, las riveras, las construcciones industriales y el abandono son el alimento de sus creaciones. Como suele ser habitual en trabajos anteriores, dispone su destreza y desenvoltura en las referencia filmográficas presentando la obra final como un espléndido montaje cinematográfico. Escenas callejeras, incógnitos transeúntes, la invasión publicitaria en las calles y el sueño americano componen el mensaje de una de las obras más representativas del primer capítulo del largo periplo de Alrededor del sueño y que representa una parte primordial en la cimentación de esta exposición.
Soledad, abandono, desolación y belleza aparecen de forma incesante en las obras de Ángel Marcos, produciendo en el ánimo del observador una sensación de padecimiento, una molestia extraña porque no provoca una afección precisa, sino simplemente nos trastorna el ánimo. Es una sensación similar a la que el propio autor sintió al llegar a Nueva York, y que relata de la siguiente manera: “Al llegar a Manhattan siento la fascinación de lo soñado, de esas otras luces que me hacen pensar que esa era mi ciudad. Sentía, desde hacía tiempo, el desafío de ir a Nueva York y allí dedicarme exclusivamente a mi obra. De una forma inconsciente, me di cuenta de que siempre estaba girando en este concepto de no lugar urbano, me daba cuenta de que siempre había lugares de prohibición o una valla, aunque fuera decorativa; el paso estaba prohibido, de alguna forma te exigían peaje, tenías que mostrar tu identidad” . El conjunto del trabajo que realiza Ángel Marcos en esta ciudad está compuesto por numerosas piezas de diferentes medidas, acabados y materiales, e incluye un vídeo titulado Nueva York, donde encontramos una radicalización en el imaginario de lo periférico, y que lleva a su creador a una visión de la ciudad babélica como un skyline escatológico .
En Cuba titula Ángel Marcos el segundo episodio. En la gran isla, la mayor del Caribe, no hay que escudriñar para encontrar el germen argumental y existencial de este capítulo de Alrededor del sueño. De nuevo la desolación, el abandono y la evocación de una olvidada belleza lo impregnan todo, las ciudades del país se desmoronan, y de forma muy especial La Habana, y es ahí donde Ángel Marcos descubre un yacimiento inagotable para expresar su edén. Lentamente, sin oposición, La Habana puede desaparecer, pero sin desaparecer, se deshace, se desmorona pero continua en pie, sigue, ajena al desaliento, aislada, como algo exclusivo, generando algo irrepetible e inconfundible. Como dice un dicho cubano que se implantó en 1985 y que más tarde se reutilizó en 1991 con la llegada del denominado periodo especial “La Habana no aguanta más” ; cincuenta y cinco años de socialismo la contemplan. Pero Ángel Marcos con modos y fórmulas notariales, hace diez años que se lo cuenta al mundo.
En 1933 el periodista americano Carlton Beals encarga a Walker Evans ilustrar el libro The Crime of Cuba, y sin contemplaciones, pero manteniendo ……..
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