La perdida de un ser querido marca para siempre nuestras vidas, lo demás es irrelevante, aunque a veces nos confundimos y pensamos lo contrario.
Este retrato semi/robado en el Bar «La Tasquita» en el Pard0, donde cada domingo se convertía con élla en una gran fiesta y el camino que lleva a la fuente de Rugarcia, en San Roque del Acebal, junto a la villa de Llanes, donde muchas veces caminé con mi hermana Conchita en busca de alegría y felicidad, sirvan para su recuerdo.
Camino de la fuente. San Roque del Acebal, Llanes 1996.
Conchita. La Tasquita, El Pardo. 1984