Pierre Gonnord». Premio Internacional de Fotografía Alcobendas en su cuarta edición.
Exposición realizada en el Centro de Arte Alcobendas desde mayo a septiembre de 2016.
PIERRE GONNORD. RETRATISTA.
El retrato es uno de los géneros universales de la fotografía y, aunque las primeras imágenes que vieron la luz de mano de Daguerre eran arquitectónicas, fue el retrato el que estableció y solidificó el nuevo proceder de captar imágenes de la realidad. El retrato fotográfico, aunque apoyado en el retrato pictórico, tuvo sobre éste el valor de su infinita reproducibilidad, la inmediatez de su presentación y una mayor honestidad de lo que se entendía como «real, aunque, al mismo tiempo, negaba el atributo de obra única que, hasta entonces, caracterizaba como valor universal a las obras pictóricas y que las dotaba del prestigio que se derivaba de la autoría – mayor cuanto más grande fuese la popularidad del artista-, de la exuberancia infinita del color, y de los materiales nobles con los que la obra estaba realizada – entre ellos el embellecimiento con pomposos y elaborados marcos-.
Todo esto ponía en duda la capacidad de la fotografía para lograr éxitos en la lucha y posicionarse como la manera suprema de representación, pero el paso del tiempo es inapelable, y a pesar de sus detractores y las afirmaciones descalificatorias, no tardó en producirse lo irremediable, convirtiéndose el retrato fotográfico en pocos años en la forma de representar con fidelidad al ser humano. En el retrato pictórico la tarea del autor no era únicamente reproducir de forma fiel la fisonomía, ya que en muchos casos el retratado, generalmente noble y siempre adinerado, además de ser el que encargaba su propio retrato exigía al artista que mostrase su mundo interior y su personalidad.
La obra de Pierre Gonnord desde hace casi tres décadas, cumple con impecable precisión los parámetros del retratista tradicional, huyendo de parafernalias, aderezos y ornamentos banales, sin distorsiones ni antes, durante o después de la toma. Su selección se limita con frecuencia al rostro buscando la fuerza, dureza y sinceridad de la mirada, obteniendo connotaciones profundas, mostrando el carácter de la persona de forma cautivadora. En sus imágenes todo importa, incluso los fondos, siempre neutros y ligeramente desenfocados para evitar la confusión y acentuar el protagonismo del sujeto, consiguiendo la perfección fotográfica de la alta calidad en su resultado. Ante la coherencia continua en el discurso de sus obras entendemos la contundencia del título de la exposición “Pierre Gonnord. Retratista”, que nos recuerda continuamente la pureza de las palabras de Cartier-Bresson al definir el retrato…. «El verdadero retrato no pone énfasis ni en lo refinado ni en lo grotesco, sino que intenta reflejar la personalidad del retratado».
Nada es casual en sus obras, escuchar, comprender y convivir con los personajes retratados es primordial, a veces incluso más importante que la propia sesión fotográfica. Semanas o meses de convivencia dan lugar al conocimiento verdadero de lo que pretende captar, de la esencia vital de la mirada… mineros, gitanos, indigentes, agricultores o monjes cartujos, comunidades todas ellas marcadas por alguna marginalidad externa palpable y algunas con posibilidades de desaparecer, pero con un sentido de identidad muy marcado por la región donde se establecen, por la religión que profesan o por la identidad de su profesión. Un ejemplo claro son los mineros seleccionados en esta muestra y en la obra audiovisual, relegados sin motivos a la marginación, aunque como afirma Pierre Gonnord «¡Cuidado! es más marginal hoy en día para nosotros un ejecutivo que va a estar en paro que un gitano, es una persona que de repente va a ser rechazada por la sociedad, es alguien que anda en el mismo sentido que el rebaño».
La entereza, tesón y fidelidad espiritual de Pierre Gonnord a lo largo de su dilatada carrera se ha desarrollado con una intensa y persistente sensibilidad, fiel a sus principios, sin variar un ápice sus pasiones creativas, capaz de trabajar con los mismos patrones desde hace décadas y consiguiendo generar lo que persigue: rostros naturales, sin aditivos como los que se pueden ver en la muestra “Pierre Gonnord. Retratista”, en la que nos encontramos con una ordenada selección de imágenes de los trabajos Realidades, Regards y Terre de Personne. Una exposición, estoica y serena en la que se confirma de nuevo la pasión de Pierre por la pintura clásica pudiéndosele atribuir el vocablo baudelariano de “pintor de la vida moderna” , ya que fabrica y prepara las fuentes luminosas para obtener de ellas color, profundidad y enfoque extremo.
Por todas estas cualidades y su larga trayectoria en el ámbito de la fotografía, el pasado año el jurado decidió por unanimidad otorgar el Premio Internacional de Fotografía Ciudad de Alcobendas a Pierre Gonnord. Este importante galardón reconoce la labor del autor en el ámbito general de la fotografía, tomándose como referencia y reconocimiento los trabajos realizados en los últimos años así como la valoración general a la notabilidad de su trayectoria profesional. El trabajo del galardonado debe estimular la reflexión sobre las diversas y apasionantes vertientes de la fotografía universal en cualquiera de sus especialidades valorando de manera prioritaria las acciones, publicaciones y demás proyectos que dignifiquen los valores humanos.
Hasta el momento actual se han realizado tres ediciones siendo los premiados anteriores el fotógrafo americano Alex Webb, la fotógrafa española Cristina García Rodero y el fotógrafo americano Philip Lorca DiCorcia. De todos ellos, y como resultado y complemento del Premio surge una exposición, que en el caso del actual galardonado, Pierre Gonnord, estará compuesta por una veintena de obras y la proyección de un audiovisual inédito sobre los mineros asturianos y leoneses.
José María Díaz-Maroto
Conservador de la Colección Alcobendas
Abril 2016
Grade A stuff. I’m uniaostqenubly in your debt.