AGUA AL DESNUDO
en La Fundación Canal
En el otoño de 2004 doce prestigiosos fotógrafos españoles contemporáneos funden su creatividad y su arte en esta ambiciosa muestra en la que el agua, el desnudo y la manera de concebir ambos son los protagonistas. El atractivo de la exposición no sólo radica en la originalidad de las fotografías, muchas de ellas inéditas, sino que también se trata de una provocativa e impactante propuesta artística con un espectacular montaje. Cada pieza protagoniza una sorprendente instalación que permite transmitir al visitante toda la fuerza de la obra, y que éste se involucre y experimente en vivo la fotografía.
La muestra está acompañada por un documental inédito y un montaje fotográfico que narran a modo de ASÍ SE HIZO… la gestación de AGUA AL DESNUDO en todas sus fases, desde la concepción de la idea inicial hasta su cuidada producción final, pasando detenidamente por la atenta mirada de cada fotógrafo en su día a día en el estudio.
Fuerza, sensualidad y carácter para presentar la sugerente fusión entre el agua y el desnudo.
Jorge Rueda
LOS ARTISTAS
Cada autor y cada imagen han sido cuidadosamente elegidos para presentar una muestra variada y sugerente. Todas las obras nos sumergen en la personalidad y el universo creativo de cada artista. Así vemos el espíritu crítico y provocador de Alberto García-Alix que le ha merecido la consideración de cronista de su tiempo. Su obra contrasta con la reinterpretación y el culto al cuerpo que ofrece el trabajo de Isabel Muñoz.
Carlos Pérez Siquier refleja la problemática y las historias de su tierra natal, Almería, en su trabajo para esta exposición. La creatividad de Cristina García Rodero nos adentra en ritos ancestrales llenos de pasión y sensibilidad donde la naturaleza tiene un papel destacado. Joan Fontcuberta nos lleva a un paisaje onírico resultado de la unión de la fotografía y la última tecnología en tratamiento de imágenes. Con Madoz aparece la metáfora y la magia que logran materializar relaciones imposibles entre objetos.
Toni Catany demuestra, en una imagen llena de suavidad y dulzura, el dominio de las texturas y la trama. La historia contemporánea de la fotografía está representada en esta muestra en el sugerente trabajo de Jorge Rueda, referente para los nuevos talentos y creador de tendencia. José Manuel Navia aporta a la exposición la experiencia y la veteranía de este maestro de la sensualidad y la fotografía documental. El intimismo y el dominio de los contrastes de la luz vienen de la mano de Castro Prieto, mientras que Rafael Navarro transmite en su creación y en perfecta armonía, la ternura, la sensibilidad y la delicadeza. A esta relación de consagrados fotógrafos que representan el buen hacer de varias generaciones, se une la joven promesa David Jiménez, una figura emergente en el mundo de la imagen, que ya ha demostrado la calidad de su trabajo que podrá descubrirse en esta muestra.
Dirección artística:
Texto incluido en el catálogo de la exposición «agua al desnudo» realizada en La Fundación Canal en 2004
Últimos días de primavera, atardecía en el patio del Centro Cultural Conde Duque, una inauguración más al aire libre, en este entorno tan apropiado para el relajo y las conversaciones banales oí por primera vez agua al desnudo.
Sería un proyecto ambicioso, gestado e ideado en el seno de la Fundación Canal, abordando uno de los mayores retos en la trayectoria dedicada a la difusión artística, inicio de una ambiciosa y cuidada programación de producción propia, se estudiaría hasta el extremo, se unirían dos elementos mil veces usados pero nunca expuestos juntos, -agua y desnudo- y reuniría a doce fotógrafos con disciplinas, soportes y formas de expresión distintas pero representados, únicamente, por una obra.
Los planos estaban preparados, ahora había que elegir los mejores elementos y crear la soñada edificación. Comienza el primer capítulo, es el momento de los diálogos y no de los monólogos.
Las primeras reuniones largas, intensas y excitantes, dan como fruto los nombres de Toni Catany, Isabel Muñoz, Chema Madoz, Joan Fontcuberta, Jorge Rueda, Cristina García-Rodero…
Agua al desnudo reuniría el trabajo de once fotógrafos contemporáneos y consagrados, que han reflejado en su obra el saber y buen hacer de varias generaciones. La percepción y la innovación se complementarían en este proyecto donde primaría la calidad y la exclusividad, ya que muchas de las obras serían inéditas en nuestro país o han sido realizadas con motivo de esta exposición. Además, se quiere dar a conocer el sólido trabajo llevado a cabo por los nuevos fotógrafos, incluyendo una duodécima obra, realizada por un joven artista que representa a la dinámica generación a la que pertenece.
Nace Agua al desnudo. El proyecto se convierte en realidad, nos contamina el entusiasmo con el que reciben los autores la invitación a participar, y las primeras plantas del edificio ven la luz. Revisiones de obra, piezas inéditas, interpretaciones llenas de abstracción, descubrimientos, todo esto ocurre en las primeras conversaciones cuando los autores reciben nuestra propuesta. Cristina García Rodero relata, de forma escrupulosa, cada una de las fotografías que ha seleccionado, se entusiasma y con verdadera pasión nos cuenta su obsesión por el agua, descubre que lleva años haciéndolo y es un verdadero suplicio elegir una sola imagen. El agua, protagonista de la fotografía elegida por Cristina y realizada en Haití, sirve de purificación a dos seres humanos un niño y un adulto.
Alberto García Alix (Carnaval)
Cada autor primero, y cada imagen más tarde, ha sido elegido con escrupulosa meditación, analizando la intencionalidad de la exposición, conjugando todos los elementos para llegar al resultado que ahora podemos disfrutar. Cada una de las obras tiene en su interior multitud de mensajes y motivos para la continua ensoñación, como ejemplo solicitaría la atención en el conmovedor retrato del cadáver de la bella Hazle Walter en Pachuca “fijándose” en la cubeta del sobrio laboratorio de la Fototeca Nacional de la Ciudad de Pachuca, nos llevará a descubrir, realizando un minucioso ejercicio de búsqueda dentro de la imagen, que tras su bello cuerpo desnudo le esperan dos fríos ataúdes. La fotografía seleccionada por Juan Manuel Castro Prieto está llena de fuerza, seriedad y carácter como toda su obra; incansable, viajero empedernido y lleno de obsesiones, definirían el dulce momento creativo que está viviendo Juan Manuel Castro Prieto.
El paisaje virtual de Joan Fontcuberta sin título realizado para este proyecto, es una muestra clara de la reinterpretación personal de un mismo discurso. Partiendo de las desnudas líneas de su mano derecha y utilizando varios programas informáticos de tratamiento de imagen consigue un resultado aparentemente real, donde el protagonista vuelve a ser el agua. Como siempre, fiel a su manera de entender el arte, nos presenta un elaborado engaño, minuciosamente planificado y ejecutado.
El agua presente en la imagen de Chema Madoz es tan subliminal como el propio desnudo, donde el perfil esquelético es un autorretrato obtenido de una radiografía real, que decir de esta obra, verdadera representante del modo y forma del hacer de Chema Madoz, donde la sorpresa y la ironía siempre viven juntas curiosamente titulada Sin título –más ironía no cabe.
La otra imagen que nos conduce a conceptos subliminales, es el autorretrato de Alberto García-Alix. Estamos acostumbrados a la rotundez y dureza de su lenguaje artístico, no nos extraña y ni nos conmueve su descaro, al contrario, en muchas ocasiones descubrimos la dulzura y el enorme corazón que tiene este autor, aunque pretenda (siempre que puede) enseñarnos su cara más dura. Autorretrato en su viva esencia, amanecer de un Carnaval 2002 en un sórdido y desnudo cuarto de baño de hotel de provincia.
Tótem es su título, África donde se realizo la toma, grandiosidad, fuerza, tensión, agua y pulcritud lo que rezuma de la fotografía de Isabel Muñoz. Incansable, una y otra vez Isabel nos presenta la parte más bella del cuerpo humano, queriendo que nos acerquemos a revisar de nuevo lo cotidiano, lo que pasa desapercibido -aquí esta el resultado, una pieza rotunda, como toda la obra de esta mujer.
Como definir de forma precisa lo impreciso, lo ambiguo, lo abstracto y lo infinito… estas son las referencias creativas que siempre me sugieren las fotografías del joven fotógrafo David Jiménez. Lenguajes silenciosos como el mejor Ralph Gibson, elogio y buen hacer en oscuridad y continuas referencias a la poesía visual. La obra que nos presenta “sin título” contiene todo lo enumerado y además sintetiza los dos elementos que componen el proyecto agua al desnudo.
José Manuel Navia, autor que conjuga de manera precisa fotografía y la literatura (sus dos grandes obsesiones), ha querido incluir una imagen inédita de Pisadas Sonámbulas, uno de sus trabajos más ambiciosos. Poesía, calibrada composición e intimismo son los elementos que sobresalen en esta imagen Algarve, 1996. Navia, claro exponente y referencia en los últimos años de la fotografía documental, aporte de forma consciente un lenguaje propio lleno de inquietud, evitando cualquier atisbo de formalismo académico.
La provocación intencionada y la ironía siempre han ido de la mano de Jorge Rueda. Autor inclasificable, rebelde con causa -él la conoce-, consigue siempre su cometido. En toda su obra, desde los históricos fotomontajes hasta las piezas más recientes, encontramos elementos que nos invitan a la reflexión, como debemos hacer con la fotografía Archipiélago, surrealista, provocadora y descarada. El mejor Jorge Rueda nuevamente presente entre nosotros.
La perfecta utilización de los elementos y un tratamiento impecable del color son los dos pilares que definen la extensa obra de Carlos Pérez Siquier. Autor contemporáneo adelantado a su tiempo, conjuga con escuetos puntos de referencia imágenes que nos acercan a esa ironía que tan bien maneja. La fotografía EL Ejido 2004, quiere homenajear a dos difíciles situaciones que se producen actualmente en su Almería natal, la continua llegada de inmigrantes en pateras y la difícil situación de mujeres que llegan del los paises del este de Europa para ejercer la prostitución.
Toni Catany, fiel a sus principios, nos conmueve con la delicadeza de siempre. Cuerpo y agua fundidos en Homevelat, una bella imagen colorista tratada con suavidad y dulzura. El cuerpo desnudo, utilizado por Catany en innumerables trabajos, es el gran protagonista de la obra acrecentando su belleza con la sutil presencia del agua y multitud de pliegues que conforman la invitación a la tranquila contemplación y ensoñación que pretende el autor.
El cuerpo desnudo siempre es forma y las líneas femeninas continuamente nos llevan a una visión clásica de lo bello, si a esto le sumamos luz y agua nos acercamos a los conceptos que definen la serie Ellas (2001) máxima expresión del trabajo, en gran formato, de Navarro. Ellas X, es el título de la fotografía elegida por Rafael Navarro para agua al desnudo contiene todos estos elementos y además se gesta como parte de un todo. Rafael Navarro precursor silencioso (como lo define Rosa Olivares) concibe, crea y remata todas sus obras, desde el soporte a utilizar hasta el enmarcado final que podemos contemplar.
Este es el esencial contenido de“Agua al desnudo”, proyecto lleno de ambición e ilusión por todos los componentes de La Fundación Canal, que sin descanso y en silencio han llevado a buen fín un gran trabajo. Por último, quisiera dar las gracias a todas las personas que han hecho realidad este proyecto, en primer lugar a los autores, a la Fundación Canal y a toas las personas que han participado en “agua al desnudo”
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